ALTE

Agosto 2010


 

 

http://www.prematuros.cl/webjulio07/Alte/alte.htm
Apnea, Sudden Infant Death Syndrome, and Home Monitoring
Sudden Infant Death Syndrome: Diagnostic

 

 

 


 

 

HOSPITAL MEDICINE

 

Risk Factors for Extreme Events in Infants Hospitalized for ALTE

 

Source: Al-Kindy HA, Gelinas JF, Hatzakis G, et al. Risk factors for extreme events in infants hospitalized for apparent life-threating events. J Pediatr. 2009;154(3):332-337.

 

Los investigadores del Hospital Infantil de Montreal realizaron un estudio retrospectivo de cohortes para identificar factores de riesgo para eventos cardiorrespiratorios severos en niños hospitalizados debido a eventos que aparentemente amenazan la vida (apparent life-threatening events ó ALTE). El grupo de estudio incluyó a pacientes que fueron examinados por ALTE en el Servicio de Urgencia entre abril de 1996 y marzo de 2006 e ingresados. Los pacientes fueron excluídos si tenían preexistencia de problemas de control respiratorio, anomalías de vía aérea, cardiopatías cianóticas, arritmias, traqueostomía ó monitorización cardiorrespiratoria previa.

Eventos severos ó extremos se definieron como apnea central durante más de 30 segundos, bradicardia (< 60 lpm para niños menores de 44 semanas de edad postconcepcional (PCA) ó < 50 latidos por minuto para niños de 44 ó más semanas PCA) durante más de 10 segundos y desaturación < 80% por más de 10 segundos. La población del estudio consistió en 625 niños con una mediana de edad de 43 días, 21% de los cuales nacieron de forma prematura. De éstos, 338 fueron controlados posteriormente con monitores con capacidad de memoria y / o monitores de Sp02.

De los 338 recién nacidos con monitorización documentada, 46 (13,6%) experimentaron eventos extremos. Todos menos siete de estos eventos ocurrieron durante las primeras 24 horas de hospitalización, aunque 41 de los 46 niños (89%) no parecían enfermos al momento del ingreso. Veinticinco de los pacientes con eventos extremos fueron ingresados finalmente en la Unidad de Cuidados Intensivos pediátricos. La desaturación fue el evento extremo más común (43/46 niños, 94%) y fue precedido a menudo por apnea central. Veinte y siete niños tenían apneas centrales > 30 segundos. Si se hubiera omitido monitoreo de Sp02,  14 recién nacidos con eventos extremos se habrían perdido.

Entre los recién nacidos en monitor de grabación, los factores de riesgo para eventos extremos durante la hospitalización fueron prematuridad (RR 6,3, IC 95%, 3,6 - 11,0),  EPC menor 43 semanas (RR 5,2, IC 95%, 2.6 - 10.3) y síntomas de infección tracto respiratorio superior (URTI) (RR 11,2, IC 95%, 6.7-18.9). Los eventos extremos se registraron en el hospital solo en niños menores de 48 semanas de EPC.  

Ochenta y ocho niños fueron dados de alta con monitoreo domiciliario y siete (8,0%) tuvieron eventos extremos en su domicilio. Todos estos niños tuvieron eventos extremos en el hospital también. De ellos, cuatro niños tuvieron eventos recurrentes con una URTI, dos fueron diagnosticados con tos ferina, y un bebé hipotónico fue diagnosticado con miopatía nemalínica. Los autores recomiendan que los bebés menores de 48 semanas EPC con ALTE sean hospitalizados y monitoreados durante las primeras 24 horas con un oxímetro de pulso ó con monitor cardiorrespiratorio, de preferencia con capacidad de memoria.
 

Comentario realizado por : Brian Pate, MD, FAAP, Pediatric Hospital Medicine, Children’s Mercy Hospital, Kansas City, MO

 

a subjective chief complaint in a frequently healthy-appearing infant.1

El manejo de ALTE presenta desafíos únicos para los padres y los clínicos a través de toda la atención de la salud. En el sitio de atención, la preocupación extrema de los padres de un bebé es trasladada a la responsabilidad de un médico para proporcionar una evaluación clínica, considerar los diagnósticos probables, y si es posble, prevenir una recurrencia. Para el médico, llevar a cabo estas responsabilidades de manera coherente, basada en la evidencia, y eficiente se ve obstaculizada por una queja subjetiva jefe en un niño que con frecuencia se ve aparentemente sano.1
El manejo de los niños con ALTE suele ser ineficiente e inconsistente.2, 3 La falta de un trabajo diagnóstico "positivo" ó diagnóstico definitivo en la mayoría de los casos genera un foco sobre la predicción y / o prevención de recurrencia. En este contexto, los estudios de este tipo tienen un valor especial. Estudios previos han demostrado tasas de hospitalización a raíz de un ALTE cercano al 80%, mientras que otros sugieren que esta tasa podría ser tan bajo como 14% si criterios de alto riesgo confiables pudieran ser identificados.4    El monitoreo domiciliario también podría ser apropiadamente aplicado 5 con mejor definición de los factores de riesgo.

notably the possibility for selection bias and the inconsistent application of documented monitoring, this study is helpful. The results confirm prior studies identifying prematurity and young age as risk factors for ALTE.6 The study also highlights the importance of Sp02 monitoring in addition to cardiorespiratory monitoring and identifies concurrent or subsequent URTI as a risk factor for an extreme event. Recognition of these risk factors has the potential to inform and improve clinical decision-making at admission and discharge.

A pesar de limitaciones importantes en el diseño del estudio, en particular la posibilidad de sesgo de selección y la aplicación incoherente de seguimiento documentado, este estudio es útil. Los resultados confirman estudios previos para identificar la prematuridad y la edad de los jóvenes como factores de riesgo ALTE.6 El estudio también pone de relieve la importancia de la supervisión Sp02, además de monitorización cardiorrespiratoria e identifica concurrentes o posteriores URTI como un factor de riesgo para un evento extremo. El reconocimiento de estos factores de riesgo tiene el potencial para informar y mejorar la toma de decisiones clínicas al ingreso y egreso.

 

Referencias

1. Brand DA, et al. Pediatrics. 2005;115:885-893.

2. AAP Committee on Fetus and Newborn. Pediatrics. 2006;111:914-917.

3. Joel ST, et al. J Pediatr. 2008;152:629-635.e2.

4. Claudius I, et al. Pediatrics. 2007;119:679-683.

5. McGovern MC, et al. Arch Dis Child. 2004;89:1043-1048.

6. Ramanathan R, et al. JAMA. 2001;285:2199-2207.

Key words: risk factors, severe events, apparent life-threatening events