FISURAS ORALES 


 

  

Dra Hebe Campaña  (hcampana@infovia.com.ar)  ; Dra Viviana Cosentino; Dr Eduardo Castilla.

ECLAMC  (Estudio colaborativo latinoamericano de malformaciones congénitas)

 

Las fisuras orales son hendiduras localizadas en la cara, a veces limitadas al labio o al paladar, ocacionalmente incluyendo ambas estructuras. Las fisuras del labio pueden presentar o no fisura palatina y constituyen una anomalía distinta de la fisura del paladar aislada. Estas fisuras pueden ser uni o bilaterales. Cerca del 13% de las fisuras orales se acompañan de otras alteraciones formando parte de varios sindromes malformativos. Por este motivo los niños que presentan fisuras al nacimiento deben ser examinados con detalle.

 

¿Cuál es la causa del labio leporino y de la fisura palatina?

Las causas que producen las fisuras orales no son bien conocidas. Los casos de paladar hendido aislado y de labio leporino aislado, es decir los que no forman parte de un síndrome, están relacionados con factores genéticos, existiendo por lo tanto un cierto riesgo de que se repita en hermanos. Hay factores ambientales que pueden causar estos defectos, como ciertos medicamentos. Entretanto, la mayoria de los casos son de causa multifactorial, eso es, a la predisposición genética se adjuntan factores ambientales como, por ejemplo, el hábito de fumar de la madre.

 

¿Cómo se tratan?

La fisura se trata con ortodoncia y cirugía en primer término, continuándose posteriormente con rehabilitación. En el paladar hendido se debe colocar un paladar artificial (prótesis), que debe cambiarse durante el crecimiento hasta el momento de la cirugía, generalmente entre los 3 y 18 meses de edad. A veces es necesario realizar más de una intervención quirúrgica. El tratamiento debe ser efectuado por un equipo multidisciplinario que incluya pediatra, cirujano, ortodoncista, odontólogo pediatra, otorrinolaringólogo y fonoaudiólogo.

 

¿Qué problemas generan las fisuras?

Las fisuras pueden alterar la alimentación, originar transtornos auditivos o del lenguaje y problemas dentales. Estos problemas variarán de acuerdo al tipo y extensión de la fisura.

 

Problemas para la alimentación

Si se utilizan técnicas de amamantamiento adecuadas, el bebé no suele tener problemas para tomar el pecho, aunque puede requerir un poco más de paciencia de la madre. El pediatra debe seguir con especial interés la técnica de alimen­tación y controlar el aumento de peso.

 

Enfermedades del oído

Los niños con paladar hendido suelen tener fluído en el oído medio, lo que puede conducir a cierta pérdida de la audición. Esta, tratada adecuadamente durante la niñez puede no ser permanente, evitándose así que se afecte el desarrollo del lenguaje. Todos los niños con paladar hendido deben ser revisados por un otorrinolaringólogo (especialista de nariz, garganta y oído) entre los primeros 3 a 6 meses de vida, continuando con controles periódicos.

 

Transtornos del habla

Los niños con labio leporino aislado, habitual­mente no tienen trastornos en el habla, en tanto que los que tienen paladar hendido, con o sin labio leporino, pueden tener un desarrollo más lento del habla que suele ser nasal; pueden además tener problemas en la pronunciación de algunas consonantes. Una vez reparado el paladar suelen necesitar tratamiento fonoaudiológico.

 

Problemas dentales

Cuando la fisura incluye la encía, el niño puede tener trastornos dentales (ausencia de dientes de leche o definitivos, dientes con formas anómalas, dientes desalineados). Estos problemas se resuel­ven con un tratamiento realizado por ortodoncistas.

 

¿Se pueden prevenir las fisuras labiopalatinas?

Según algunos estudios, el consumo de ácido fólico (sustancia que integra el grupo de la vitamina B) durante las semanas que anteceden a la gestación y en las primeras semanas de la misma, reduciría la incidencia de labio leporino con o sin paladar hendido  y el paladar hendido aislado en la población general. Otros estudios indican que fetos con determinada carga génica tendrían mayor riesgo de incidencia del defecto cuando sus madres fuman o toman alcohol durante el embarazo. Algunos tratamientos antiepilépticos también aumentan el riesgo, por los que las mujeres que los utilizan deben consultar al médico. Las familias que presentan historia familiar de fisuras labiopalatinas deben concurrir a la consulta genética, para conocer el riesgo de recurrencia, es decir el riesgo de fisuras en los embarazos subsiguientes.

 

Información adicional: www.cleftline.org

 

 

 

1