CARACTERISTICAS FISIOLOGICAS DEL RECIEN NACIDO

 

 

 

El peso promedio es de 3250 gramos y la talla o altura de 50 centímetros.

 

 

 

 LA CABEZA: representa la cuarta parte de la altura total y parece descansar directamente sobre los hombros, porque el cuello es muy corto.

Los huesos del cráneo no están todavía soldados, por lo que la cabeza del pequeño puede presentar diversas formas.  Si a la madre se le ha practicado una cesárea, el cráneo del recién nacido tendrá una forma redondeada y simétrica.  Si el parto ha sido por vía natural, el cráneo del niño será más alargado.

En cualquier caso, la cabeza volverá poco a poco a su forma original y los traumatismos que se hayan podido ocasionar, desaparecerán a los pocos días.

 

EL PELO: A menudo, el cuerpo del bebé está recubierto por un fino revestimiento piloso, que puede ser más oscuro y abundante en la espalda, las extremidades, parte de la cara y la cabeza.  El vello del cuerpo tenderá a desaparecer durante las dos primeras semanas de vida del pequeño.  El cabello se volverá más claro conforme pasen los días, o se caerá.

 

 

LA PIEL: Cuando el niño nace, todavía está empapado en el líquido amniótico, en el que flotaba hasta el momento del parto. Además está recubierto de una sustancia blanquecina grasosa, protectora que se seca en pocas horas y desaparece. La piel del pequeño es lisa y suave, pero a menudo está enrojecida.  Puede ser que los pies y las manos del bebé estén arrugados. 

 

LAS UÑAS: Cuando el niño llega al mundo, puede tener las uñas largas.  Es mejor no cortárselas al principio para prevenir posibles infecciones o sangramiento.  Sin embargo, si el niño se araña la cara podemos cortárselas un poquito con tijeras especiales o ponerle guantes.

 

EL PECHO: Algunos recién nacidos (tanto niñas como niños) pueden tener los pechos hinchados y producir una leve secreción de leche.  Este fenómeno se debe a que el bebé se ha visto privado de las hormonas sexuales de la madre, lo que provoca la "crisis genital".  Por lo general desaparece a los pocos días.

 

LOS ORGANOS GENITALES: Los recién nacidos tienen los órganos genitales bastante hinchados por lo que parecen desproporcionadamente grandes.  Toman su aspecto natural en pocos días.  El pediatra realizará un   examen para comprobar que los testículos (en el niño) hayan descendido bien hasta el escroto.

Los primeros días, las niñitas pueden tener una "crisis genital" que se traduce en pérdidas vaginales blanquecinas o incluso algunas gotas de sangre  (pseudomenstruación).

 

 

DEPOSICIONES: Su hijo hará su primera deposición antes de haber "comido" su primera comida ya que debe evacuar su tubo digestivo lleno de residuos de secreción acumulados durante su vida fetal.  Las heces son viscosas, casi negruzcas y pegajosas.  Reciben el nombre de meconio.  Desaparecerá progresivamente a los 3 o 4 días para dejar paso a las heces amarillentas provocadas por la leche.

 

EL CORDON UMBILICAL: Ha unido al bebé y a su madre durante nueve meses.  Cuando el niño llega al mundo, el médico o la matrona cortarán este lazo de unión.  Ahora la sangre que viene del corazón del bebé debe pasar a los vasos pulmonares para obtener el oxígeno que hasta ahora le proporcionaba su madre a través de la placenta.

Este cordón se secará y caerá entre el sexto y el décimo día de vida de su hijo.

 

 

 

LOS SENTIDOS:

 

 

LA VISION: El recién nacido está acostumbrado a la obscuridad. Durante nueve meses vivió en ella y la luz de su nuevo mundo lo hace parpadear, fruncir el entrecejo o cerrar los ojos.                  

El recién nacido es capaz de ver la luz y el color desde el nacimiento y posee una agudeza visual notablemente buena.  Un niño de 5 días de edad, que está mamando, interrumpirá momentáneamente el succionar, si se comienza a mover una luz en su campo visual y mirará durante espacios de tiempo diferentes, estímulos de brillo diferente.  Por lo tanto el recién nacido reacciona al movimiento y a la intensidad de la luz desde los primeros días.  Como los músculos de los ojos no están suficientemente maduros para la acomodación perfecta, el recién nacido no percibe imágenes claras.  Tiene un foco fijo que se encuentra como a 20 centímetros de la cara.  Por lo que puede ver bien la cara de su madre.

 

EL OIDO: El recién nacido es capaz de oír y es sensible tanto a la localización del sonido como a la frecuencia.  Es sensible al ritmo, se aquieta más si oye sonidos rítmicos, tal como ocurre al oír el latido de un corazón.

Las madres cuando hablan a su niño usan un tono de voz alto y el niño es atraído por esa frecuencia.  Los sonidos de baja frecuencia consuelan al niño cuando está llorando.  Los sonidos tipo silbato producen una paralización de la conducta y un estado de alerta .

 

EL OLFATO: El recién nacido es capaz de responder a los olores y lo manifiesta volviendo la cabeza cuando le llegan olores desagradables.  El niño reconoce el olor de su madre.  Al quinto día de vida el recién nacido discrimina entre el pecho materno y los ajenos, con una seguridad increíble.

 

El GUSTO: El recién nacido tiene poca sensibilidad gustativa.  Pero ésta se desarrolla rápidamente.  A las dos semanas reacciona positivamente al azúcar y negativamente al limón.

 

 

 

 

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