Guía de Alimentación del Niño(a) Menor de 2
años. Guías de Alimentación hasta la Adolescencia.
Dpto. Nutrición y Ciclo vital División de
Prevención y Control de prevención y control de enfermedades. Ministerio de
Salud Chile 2005
Salud bucal y Nutrición
La recomendación dietética es una de las bases de un programa efectivo de
prevención y de
mantenimiento de la salud bucal en bebés, preescolares, escolares y
adolescentes. Debe
haber concordancia entre las recomendaciones para la prevención de caries y la
nutrición
adecuada para el pleno crecimiento y desarrollo del niño(a).
La caries es una enfermedad multifactorial, donde uno de los factores
etiológicos de mayor
importancia es el sustrato o dieta cariogénica, que se define como la ingesta de
alimentos de
consistencia blanda con alto contenido de hidratos de carbono refinados,
especialmente
azúcares fermentables, como la sacarosa, que se depositan en superficies
dentarias
retentivas. Diferentes estudios han demostrado que en ausencia de hidratos de
carbono esta
lesión no se desarrolla. La cantidad de caries está directamente relacionada con
la calidad
del alimento, la ocasión, el patrón y la frecuencia de consumo, así como con el
cepillado
dental deficitario. Durante el avance del proceso de alimentación, el niño(a) se
incorpora a
la dieta familiar y se le ofrecen numerosos alimentos dulces, dando un número
muy alto de
contactos diarios con el azúcar.
Está demostrado que uno de los principales microorganismos responsables de la
caries es el
Streptococo Mutans, que es transmitido al niño(a) por los adultos más cercanos,
durante los
primeros meses de vida. Los microorganismos de la placa bacteriana durante su
metabolismo, toman como sustrato a los hidratos de carbono de la dieta dando
como
resultado ácidos, que producen desmineralización del esmalte dentario.
Recomendaciones para la mantención de la salud oral de los niños(as) y
adolescentes.
Las recomendaciones para la prevención de caries deberían enfocarse a las
guías
alimentarias y a limitar el consumo de alimentos y bebidas azucaradas entre las
comidas.
Después de la erupción de los dientes, se debe tener precaución con la
frecuencia de la
lactancia materna en la noche porque podría implicar una contribución al
desarrollo de una
caries temprana de la infancia. El potencial de caries de la lactancia está
relacionado con
tiempos de alimentación repetidos y extensos, con prolongadas exposiciones de
los dientes
a carbohidratos fermentables, sin higiene oral apropiada.
Si se ha adoptado el hábito de succión digital, intentar sustituirlo por un
chupete, pero
no untarlo con azúcar o miel. Además, se debe establecer el hábito de retirar el
chupete
cuando el niño(a) se ha dormido, evitando su uso indiscriminado.
♦ El chupete no debe ser usado ni chupado por un adulto u otros niños(as), para
evitar la
transmisión de flora bacteriana cariogénica desde el adulto.
Se debe iniciar el cepillado cuando erupciona el primer diente (6-9 meses),
éste debe ser
realizado por un adulto, con un cepillo suave y pequeño sin pasta dental, o con
una varilla
de algodón húmeda (cotonito).
Después del año de edad, el niño(a) no debe tomar biberón nocturno. Si esta
alimentación es necesaria, por prescripción médica, se debe indicar la
higienización de los
dientes después de su consumo, e intentar el cambio de horario, a la hora de la
cena.
A los 2 años el niño(a) debe eliminar el biberón e iniciar el uso de taza o
vaso.
Alrededor de los tres años el niño(a) debe haber suprimido el uso de chupete
de
entretención, para evitar posibles alteraciones en las estructuras craneo-faciales.
Los niños(as) a los 4 años recién pueden incorporar el uso de la pasta de
dientes infantil
con 400 o 500 ppm de fluor, en pequeña cantidad (tamaño de una arveja), con
cepillos de
dientes pequeños y suaves. El cepillado debe ser realizado, o al menos
supervisado, por un
adulto.
Los niños(as) desde los 6 años pueden usar pasta fluorurada con 1000 a 1500
ppm de
fluor, en pequeñas cantidades.
Los(as) adolescentes desde de los 12 años deben incorporar a su hábito de
higiene oral
el uso de seda dental.