Coronavirus : el martillo y el baile
Marzo 2020
Este artículo es una traducción al español del original de Tomás Pueyo The Hammer and the Dance (El martillo y el baile), y una continuación del artículo Coronavirus: Why You Must Act Now (Coronavirus: ¿Por qué hay que actuar ahora?), del mismo autor
https://www.pagina12.com.ar/254426-coronavirus-el-martillo-y-el-baile
1. ¿Cuál es la situación?
2.- ¿Cuáles son nuestras opciones ?
Hay 2
enfoques extremos
para luchar contra el coronavirus :
Mitigación o Supresión.
Veamos que significa cada uno.
2a.- Opción 1. No hacer nada
Antes de hacer esto, veamos las implicaciones de esta opción para un
país como Estados Unidos.
Se observa que el número de infectados, en rosa, tiene un pico de decenas de millones en un momento determinado. La mayoría de variables se han mantenido en sus valores por defecto. Únicamente se ha cambiado la R, con valor entre 2.2 y 2.4. (se calcula matemáticamente un coeficiente, que se denomina Ro, número (básico) de reproducción. Este número contiene la información de cuántos susceptibles son contagiados de la enfermedad en promedio por un solo infectado. Por ejemplo, si Ro es igual a 3, significa que un infectado es capaz de producir 3 nuevos infectados, y cada uno de ellos, a su vez, podrá infectar a otros 3 , y así sucesivamente). Si no hacemos nada: todo el mundo se infectará, el sistema de salud se verá desbordado, la mortalidad estallará, y unos 10 millones de personas morirán (barras azules). Unos cálculos rápidos : si aproximadamente un 75% de los americanos se infectan y un 4% muere, esto significa unos 10 millones de muertes, o unas 25 veces las muertes de estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial.
Sólo hay dos números que importan :
Qué proporción de la población va a contraer la enfermedad,
y
qué proporción de infectados va a morir.
Si únicamente el 25% enferma (porque el resto no tiene síntomas, y
no se contabilizan como casos), y el índice de mortalidad es del
0.6% en vez del 4%, acabaríamos con 500.000 muertes en los EE.UU.
Todavía masivo, pero 20 veces menos que antes.
El índice de mortalidad es crucial, así que vamos a analizarlo
mejor. ¿Qué causa exactamente las muertes por coronavirus?
¿ Cómo debemos analizar el índice de
mortalidad ?
Éste es el mismo gráfico que antes, pero ahora mirando al número de
hospitalizados, en lugar de los infectados y muertos :
El área color azul claro es el número de personas que van a requerir
ingresar en un hospital, y el azul oscuro representa aquellos que
necesitarán ir a las unidades de cuidados intensivos (UCIs). Como se
observa, este número alcanza un pico superior a los 3 millones.
Ahora comparemos el número de camas UCI que tenemos en los Estados
Unidos (50.000 a día de hoy, que podemos doblar adaptando otros
espacios). Esta es la línea roja discontinua. Esta línea roja
discontinua es la capacidad que tenemos de camas UCI. Cada persona
por encima de la línea discontinua estará en estado crítico, no
podrá acceder a los cuidados que necesita, y probablemente morirá.
Aparte de las camas de UCI, también vamos a necesitar ventiladores
para respiración asistida, pero el resultado es prácticamente el
mismo, ya que tenemos menos de
Vamos a ver que acaba ocurriendo. ¿Asi que, por que la tasa de
mortalidad está cercana al 4%?
Si el 5% de los casos requieren cuidados intensivos, y no pueden
proporcionarlo, la mayoría de estos enfermos morirán. Tan simple
como esto. Adicionalmente, los datos más
recientes indican que los casos en Estados Unidos son más graves que
en China. Desearía que esto fuese todo, pero no lo es.
2b.- Opción 2 : Estrategia de Mitigación
En este momento, creo que queda claro que debemos actuar. Las dos
opciones que tenemos son mitigación y supresión.
La mitigación funciona así : “Es
imposible prevenir el coronavirus ahora, de modo que dejemos que
siga su curso, mientras intentamos reducir el pico de infecciones.
Intentemos aplanar la curva un poco para hacerla más gestionable
para el sistema sanitario.”
Este gráfico aparece en un
Deberías estar sorprendido cuando oyes: “Vamos
a mitigar esto un poco”. Lo que deberías estar oyendo es: “Vamos
a sobrecargar el sistema sanitario a sabiendas, multiplicando por 10
el indice de mortalidad, como poco”
Debes imaginar que esto ya es bastante malo, pero no hemos acabado
aún. Porque uno de los principios de esta estrategia es la conocida
como “inmunidad de grupo”
Inmunidad de grupo y mutación del virus
La idea subyacente de
esta estrategia es que la gente que se ha infectado y se recupera es
inmune al virus. Lo que implica es: “Mira,
sé que va a ser difícil durante una temporada, pero una vez acabemos
y unos cuantos millones de personas mueran, el resto estaremos
inmunizados contra el virus, de esta forma lo habremos parado y
podremos decirle adiós. Es mejor hacerlo de una vez y acabar con
ello, porque la alternativa es el distanciamiento social de hasta un
año, y luego el riesgo de volver a tener nuevos brotes en el futuro”
Esta premisa asume una cosas: que el virus no cambia demasiado. Si
no cambia demasiado, mucha gente se inmunizará contra él, y en algún
momento la epidemia acabará. Y… ¿Cómo de probable es que el
virus mute? Ya ha mutado.
China ya tiene dos variantes del virus: la cepa S y la L. La cepa S
se expandió en Hubei y era más mortal, pero la L es la que se
expandió por el mundo. Y no solo eso. El virus sigue mutando.
Y no solamente eso, la mejor forma que tiene un virus de mutar, es
tener millones de oportunidades para hacerlo, que es exactamente lo
que la estrategia de mitigación le va a proporcionar: centenares de
millones de personas infectadas.
Esta es la razón por la que debes vacunarte contra la gripe cada
año. Porque hay incontables cepas del virus, con nuevas mutaciones
cada año. La vacuna de la gripe nunca podrá protegerte contra todas
las cepas.
Dicho de otro modo: la estrategia de mitigación no sólamente asume
millones de muertes para un país como Estados Unidos o Reino Unido,
sino que también apuesta por el hecho de que el virus no va a mutar
demasiado, lo cual ya sabemos que no es así. Dándole la oportunidad
de mutar. De modo que una vez que hayamos soportado unos cuantos
millones de muertes, nos podremos preparar para unos cuantos
millones más — CADA AÑO. Este coronavirus puede convertirse en un
problema recurrente para el resto de nuestras vidas, como la gripe,
pero con un potencial de matar mucho mayor.
Entonces, si no se hace nada ni la estragia de mitigación funcionaría, ¿cuál es la alternativa? La supresión.
2c.- Opción 3. La Estrategia de Supresión
La estrategia de Mitigación no intenta contener la epidemia, sólamente intenta suavizar la curva un poco. Mientras que la estrategia de Supresión lo que pretende es aplicar duras medidas de contención para conseguir tener la epidemia bajo control rápidamente.
Especificamente :
Dureza inmediata. Ordenar distanciamiento social estricto. Tomar
el control de la situación rápidamente.
Después, relajar las medidas de control, de modo que podamos
recuperar nuestras libertades y volver a un estado de vida
social y económica normales
¿A qué se parece todo
esto?
Todos los parámetros del modelos son idénticos, excepto que hay una intervención en este mismo instante para reducir el ratio de transmisión a R=0.62, y como el sistema sanitario no está colapsado, el ratio de mortalidad desciende hasta el 0.6%. He definido “ahora mismo” cuando tengamos unos 32.000 casos en el momento de implementar las medidas (3 veces la cifra oficial de hoy 19 de Marzo de 2020). Indicar también que este modelo no es muy sensible a la R elegida. Una R de 0.98 por ejemplo muestra 15.000 muertos. Cinco veces más que con una R de 0.62, pero todavía decenas de miles de muertos, y no millones. Tampoco es muy sensible al índice de mortalidad : si es 0.7% en lugar de 0.6%, el peaje en muertes va de 15.000 a 17.000. Es la combinación de una R más alta, una mortalidad más alta, y un retraso en tomar medidas que hace que el número de muertes se dispare. Esta es la razón por la que debemos tomar medidas para reducir la R hoy. Para aclararlo, la famosa R0 es la R al principio (R en tiempo 0). Es la tasa de transmisión cuando nadie es inmune aún y no hay medidas de contención implementadas. R es la tasa de transimisión del virus global.
Bajo una estrategia de supresión, después de la primera oleada, las
muertes serían de miles de personas, no de millones.
¿Por qué? Porque no
solamente cortamos el crecimiento exponencial de los casos, sino que
también reducimos la tasa de mortalidad al no colapsar completamente
el sistema sanitario. Aquí, he usado un ratio de mortalidad del
0.9%, alrededor del que estamos observando en Corea del Sur hoy ;
uno de los países más efectivos siguiendo la estrategia de
supresión.
Entonces, ¿por qué algunos gobiernos dudan ?
Tienen miedo de 3 cosas: El primer confinamiento puede durar meses, lo cual parece
inaceptable para mucha gente. Un confinamiento que dure meses destruiría la economía. Ni siquiera resolvería el problema, porque únicamente
postpondría la epidemia. Cuando se relajen las medidas de
contención, la gente volvería a infectarse y millones de
personas morirían.
El Imperial College de Londres ha modelizado la supresión. Las
líneas verdes y amarillas son los diferentes escenarios de la
estrategia de supresión. Puedes ver que no pinta bien: todavía
tenemos picos muy grandes, así que ¿para qué molestarse?
Vamos a ver estas cuestiones enseguida, pero hay algo más importante
que tratar antes.Esto no se centra en lo importante.
Presentado de este modo, las dos opciones de Mitigación y Supresión, una
al lado de la otra no parecen muy atrayentes. Por una parte mucha
gente muere ahora y no afectamos la economía, o nos cargamos la
economía ahora, solamente para postponer las muertes.
Este razonamiento ignora el valor del tiempo.
3. El valor del tiempo
En nuestro post previo explicamos el valor del tiempo a la hora de salvar vidas. Cada día, cada hora que pasaba sin tomar medidas hacían que la amenaza exponencial continuara expandiéndose. Vimos cómo el tomar medidas un solo día antes podía reducir el número de casos totales en un 40% y todavía más el número de muertes. Pero tener tiempo nos aporta aún más valor.
Nos enfrentamos a una ola de presión sobre nuestro sistema sanitario nunca vista en la historia. No estamos preparados para esto y nos enfrentamos a un enemigo que no conocemos. Nuestra posición no es la mejor para una guerra.
Imagínate tener que enfrentarte a tu peor enemigo, del cual conoces muy poco, y tener dos opciones: correr hacia él o escapar para ganar un poco de tiempo y poder prepararte. ¿Qué opción elegirías?
Esto es lo que hoy necesitamos. El mundo ha despertado. Cada día que retrasamos el coronavirus nos permite estar mejor preparados. Los puntos siguientes detallan lo que nos permitirá hacer este tiempo ganado.
Bajar el número de casos
Con una supresión efectiva, el número de casos reales se desplomaría, tal y como se vio en Hubei la semana pasada.
A día de hoy, hay 0 nuevos casos diarios de coronavirus en toda la region de Hubei, de 60 millones de personas.
Los diagnósticos se mantendría en aumento durante un par de semanas, pero después empezarían a bajar. Con menos casos, la tasa de mortalidad también empieza a bajar. Y el daño colateral también se reduce: moriría menos gente por causas no relacionadas con coronavirus porque el sistema sanitario está simplemente sobrepasado.
La supresión nos
permitiría:
Menos casos totales de Coronavirus
Alivio inmediato del sistema sanitario y de las personas que
trabajan en él
Reducción de la tasa de mortalidad
Reducción de los daños colaterales
Posibilidad de recuperación y de vuelta al trabajo de los
trabajadores sanitarios infectados, aislados y en
cuarentena. En Italia, los sanitarios representan un 8% de
todos los contagios.
Entender el Verdadero Problema: Tests y
seguimiento
Ahora mismo, Reino Unido y EE.UU. desconocen el número de casos
reales. No sabemos cuántos hay. Sólo sabemos que la cifra oficial no
es correcta, y la verdadera está en el orden de decenas de miles de
casos. Esto ocurre porque no se están haciendo pruebas y porque no
se está haciendo un seguimiento. Con unas cuantas semanas más, podríamos poner nuestra situación de
tests bajo control y empezar a hacer tests a todo
el mundo. Con esa información, conoceríamos finalmente la
extensión real del problema, dónde necesitamos ser más agresivos y
qué comunidades se pueden liberar de forma segura del aislamiento. Nuevos métodos de pruebas podrían acelerar los tests y reducir los
costes de forma sustancial. Podríamos establecer una operación de seguimiento similar a la
realizada en China o en otros países del este asiático, donde pueden
identificar a las personas con las que tuvo contacto un enfermo y
ponerlas en cuarentena. Esto nos proporcionaría toneladas de
inteligencia para liberar a partir de entonces nuestras medidas de
distanciamiento social: si sabemos dónde está
el virus, podemos centrarnos únicamente en estos lugares. Esto no es
ciencia ficción, son las medidas básicas que han realizado los
países del este asiático con las que han sido capaces de controlar
este brote sin necesidad de las medidas draconianas de
distanciamiento social que se están haciendo esenciales en otros
países.
Únicamente con medidas de tests y seguimiento consiguió frenarse el
crecimiento del coronavirus en Corea del Sur y controlaron la
epidemia, sin una imposición fuerte de medidas de distanciamiento
social.
Construir capacidad
Estados Unidos (y
probablemente Reino Unido) están a punto de entrar en una guerra sin
armadura. Tenemos mascarillas solo para dos semanas, pocos equipos
de protección personal (PPE), insuficientes respiradores,
insuficientes camas de UCI, insuficientes ECMOs (maquinas de
oxigenación de sangre)… Esta es la razón por la que la tasa de
mortalidad sería tan alta en una estrategia de mitigación.
Pero si conseguimos ganar tiempo, podemos solucionarlo :
Tenemos más tiempo para comprar todo el equipo necesario Podemos
mejorar rápidamente nuestra producción de mascarillas, PPEs,
respiradores, ECMOs, y otros dispositivos críticos
necesarios para reducir la tasa de mortalidad.
Visto de otra manera : no necesitamos años para construirnos nuestra armadura, necesitamos semanas. Hagamos lo que sea necesario para aumentar nuestra producción ahora. Los países se han movilizado. La gente está siendo creativa, como al utilizar impresoras 3D para crear partes de los respiradores. Podemos hacerlo. Sólo necesitamos más tiempo. ¿ Esperarías varias semanas para conseguirte una armadura antes de enfrentarte a un enemigo mortal ?
Esta no es la única capacidad que necesitamos. Necesitaremos más
trabajadores sanitarios lo antes posible. ¿Dónde los vamos a
encontrar? Necesitamos entrenar a la gente como asistentes de
enfermería y necesitamos reclutar médicos ya jubilados. Muchos
países ya han empezado pero esto lleva tiempo. Podemos hacerlo en
pocas semanas, pero no si todo colapsa.
Bajar el contagio en la población
La población está asustada. El coronavirus es nuevo. ¡Hay tantas cosas que todavía no sabemos hacer! La gente todavía no ha aprendido a evitar darse la mano. Todavía se abraza. No abren las puertas con el codo. No se lavan las manos después de haber tocado un picaporte. No desinfectan las mesas después de haber estado sentados.
Una vez tengamos suficientes mascarillas, también
podemos utilizarlas fuera del sistema sanitario. Ahora mismo, es
mejor reservar las mascarillas para los sanitarios.
Pero si no
tuviéramos escasez, la gente podría llevarlas en su vida diaria,
evitando que infecten a los demás cuando enferman y, con un
entrenamiento adecuado, podríamos reducir la probabilidad de que los
que llevan las mascarillas se infecten. (Mientras tanto, llevar algo
es mejor que nada).
Todo esto son formas bastante baratas de reducir la
tasa de contagio. Cuanto menos se propague el virus, menos medidas
necesitaremos en el futuro para contenerlo. Pero necesitamos tiempo
para educar a la gente en todas estas medidas y para equiparlos.
Entender el virus
Sabemos muy poco del virus. Sin embargo, cada semana salen miles de documentos nuevos. El mundo finalmente se ha unido ante un enemigo común. Investigadores de todo el mundo se han movilizado para entender mejor este virus.
¿Cómo se propaga?
¿Cómo se puede ralentizar el contagio?
¿Cuál es el porcentaje de portadores asintomáticos?
¿Son contagiosos? ¿Cuánto?
¿Qué tratamientos son buenos?
¿Cuánto sobrevive?
¿En qué superficies?
¿Cómo impactan las distintas medidas de distanciamiento social en la tasa de transmisión?
¿Cuáles son sus costes?
¿Cuáles son las mejores prácticas para el seguimiento?
¿Cómo de fiables son nuestros tests ?
Unas respuestas claras a estas preguntas nos ayudarán a hacer nuestra respuesta lo más ajustada posible mientras que permitirán minimizar el daño colateral social y económico. Y vendrán en semanas, no en años.
Encontrar tratamientos
No solo eso. ¿Qué ocurriría si
encontráramos un tratamiento en unas semanas? Cada día que ganamos
nos acercamos más a esta posibilidad. Ahora mismo, hay listos varios
candidatos, como Favipiravir o Chloroquine .
¿Qué ocurriría si resulta que en dos meses se ha descubierto el
tratamiento para el coronavirus? ¿No quedaríamos como estúpidos si
para entonces ya tuviéramos millones de muertes por haber seguido
una estrategia de mitigación?
Entender el Coste-Beneficio
Todos los
factores vistos hasta ahora pueden ayudar a salvar millones de
vidas. Esto debería ser suficiente. Desafortunadamente, los
políticos no pueden pensar únicamente en salvar las vidas de los
infectados. Deben pensar también en toda la población, y las fuertes
medidas de distanciamiento social tienen un impacto en el resto.
Ahora mismo no tenemos idea de cómo las distintas
medidas de distanciamiento social reducen la transmisión. Y tampoco
tenemos pistas de sus costes económicos y sociales.
¿No es un poco
difícil decidir qué medidas tomar a largo plazo si no sabemos sus
costes o beneficios?
Unas cuantas semanas nos darían tiempo suficiente
para estudiarlas, entenderlas, priorizarlas y decidir qué medidas
tomar.
Una disminución de casos, mayor comprensión del problema, building up assets, entender el virus, entender el coste-beneficio de las distintas medidas, educar a la población… Estas son herramientas clave para luchar contra el virus, y solo necesitamos unas cuantas semanas para desarrollar muchas de ellas. ¿No sería estúpido seguir una estrategia que, al revés, nos lanzara, sin estar preprarados, directamente a las fauces de nuestro enemigo?
4. El Martillo y la Danza
Ahora sabemos que la Estrategia de Mitigación es,
probablemente, una elección terrible y la Estrategia de Supresión
supone una enorme ventaja a corto plazo.
Pero la gente tiene preocupaciones legítimas
relacionadas con esta última estrategia :
¿Cuánto va a durar realmente?
¿Cómo de caro va a ser?
¿Habrá un segundo pico igual de grande que el
primero, como si no hubiéramos hecho nada?
Aquí vamos a
analizar cómo debería ser una Estrategia de Supresión real. Podemos
llamarla el Martillo y el Baile.
El Martillo
Primero, se actúa de forma rápida y agresiva. Debido a todas las razones mencionadas con anterioridad, dado el valor del tiempo, queremos atenernos a esto lo antes posible.
Una de las preguntas más importantes es: ¿Cuánto va a durar esto?
El miedo que tenemos todos es estar encerrados en nuestras casas durante meses, con el consiguiente desastre económico y desgaste mental. Esta idea fue recogida de el famoso documento del Imperial College, que desafortunadamente no siempre se se interpreta correctamente:
Repiten grafico 8
¿Recuerdas este gráfico? El área azúl claro que va desde finales de marzo hasta finales de agosto es el período que recomienda el documento como Martillo, la supresión inicial que incluye distanciamiento social fuerte.
Si fueras un político y vieras que una opción es matar cientos de miles o millones de personas con una estrategia de mitigación y la otra parar la economía durante cinco meses para después sufrir el mismo pico de casos y muertes otra vez, ninguna de estas dos estrategias te resultaría convincente.
Pero no tiene por qué ser así. Este documento, muy influyente hoy por hoy a nivel político, ha sido duramente criticado por fallos clave: Ignoran el rastreo de contactos (clave en las políticas de Corea del Sur, China o Singapur entre otros) o las restricciones de viajes (aspecto crítico en China), ignora el impacto de grandes multitudes…
El tiempo requerido por el Martillo es semanas, no meses.
Este gráfico muestra los casos nuevos en toda la región de Hubei (60 millones de personas) cada día desde el 23 de enero. En dos semanas, el país estaba empezando a volver al trabajo. En 5 semanas estaba completamente bajo control. Y en 7 semanas los nuevos diagnósticos eran solo un goteo. Recordemos que ésta era la peor región en China. Recordemos otra vez que estas son las barras naranjas. Las grises, los casos reales, se desplomaron mucho antes.
Las medidas que
tomaron eran muy similares a las tomadas en Italia, España o
Francia: aislamientos, cuarentenas, población en casa salvo en caso
de emergencia o compra de comida, seguimiento de contactos, pruebas,
más camas de hospital, prohibición de viajes… Fueron, incluso, más
estrictas: por ejemplo, se limitó el permiso para salir a comprar
comida a una persona por hogar y cada tres días. Además, su
ejecución fue severa. Parece como si esta severidad hubiera parado
antes la epidemia, pero los bloqueos actuales en Europa parecen
tener resultados similares, aunque no tan rápido.
¿Podemos estar en casa durante unas semanas para
asegurar que no mueran millones de personas? Creo que sí podemos.
Aunque depende de qué viene después.
El Baile
Si se aplica el Martillo al coronavirus, en el plazo
de unas pocas semanas se habrá controlado y se estará en mucha mejor
disposición de atajar el problema. Entonces viene el esfuerzo
necesario para contener el virus en el largo plazo hasta que se
desarrolla una vacuna.
Este es probablemente el error más grande que comete la gente cuando piensa sobre esta fase: la gente piensa que serán necesarios aislamientos domiciliarios por el plazo de meses. Este no es el caso ni mucho menos. De hecho, es bastante probable que nuestras vidas vuelvan a cómo eran antes.
El baile en países con éxito
¿Cómo han conseguido países como Corea del Sur,
Singapur, Taiwan o Japón tener casos por mucho tiempo (miles en el
caso de Corea del Sur) y no tener que recurrir a medidas de
confinamiento social en las casas?
En este
vídeo , la
ministra de asuntos exteriores de Corea del Sur explica cómo lo
hicieron . Es relativamente
sencillo: tests eficientes y masivos, seguimiento efectivo de casos,
restricciones a los viajes, aislamiento eficiente y cuarentenas
efectivas.
Este estudio
explica el
éxito de la aproximación seguida en Singapur
LINK
¿Qué medidas adoptaron? Las
mismas que Corea del Sur. En su caso, complementadas con ayudas
económicas a aquellos que estaban en cuarentena así como
restricciones en viajes.
¿Es demasiado tarde para otros países? No. Aplicando
el Martillo se abre una nueva oportunidad para hacer lo correcto.
¿Pero qué pasa si todas estas medidas no son suficientes?
El baile de R
Denomino como “el Baile” al periodo (de varios meses) entre el Martillo y la disponibilidad de la vacuna, pues será un periodo en el que las medidas serán siempre de impacto similar. Algunas regiones verán crecer nuevo brotes, otras no por periodos largos de tiempo. Dependiendo de cómo evolucionen los casos tendremos que actuar en consonancia, haciendo más estrictas o menos las políticas de aislamiento social. Esto es un baile de R: una variación entre medidas que nos permitan volver a la vida tal y como era antes y medidas que fuercen un mayor aislamiento social para prevenir que el virus vuelva a extenderse. Un baile entre economía y sanidad.
¿Cómo funciona este baile?
Todo bascula en
torno a R. Si recuerdas, es la tasa de transmisión del virus. Al
principio del problema, en un país no preparado para el mismo, está
en el entorno de 2 a 3. En ese periodo, cuando una persona está
infectada, durante esas semanas infectará en media a otras 2–3
personas.
Si R es mayor que 1, las infecciones crecen
exponencialmente convirtiéndose en epidemia. Si es menor que 1, la
tendencia es a desaparecer.
En la fase del Martillo, el objetivo es bajar R lo
más rápido posible a valores cercanos a cero, para evitar que la
epidemia siga creciendo.
En Wuhan, se calcula que R era inicialmente
3.9 y que tras las medidas de confinamiento social y cuarentena se
consiguió bajar a 0.32.
Una vez entramos en la fase de Baile, esto ya no sigue siendo necesario. En esta fase el objetivo es que R se mantenga por debajo de 1. Esto es posible con un conjunto de medidas simples.
Esta es una
aproximación a cómo distintos tipo de pacientes responden al virus
así como su grado de contagio. Nadie sabe a ciencia cierta la forma
de esta gráfica pero hemos recopilado información de distintos
estudios para hacer una aproximación a cómo podría ser.
Tras contraer el virus, las personas tienen el
potencial de contagiarlo a otras — en esos días, en media
contagiarán el virus a otras 2.5 personas.
Se cree que es posible incluso contagiar el virus en
la fase asintomática. Tras dicha fase, una vez los síntomas
aparecen, la persona contagiada irá a los servicios médicos, será
diagnosticada y las posibilidades de contagio a otros bajarán.
Por ejemplo, al principio una persona tiene el virus
pero sin síntomas, con lo cual se comporta normalmente. Al hablar
con otras personas, el virus se extiende.
Cuando se toca la cara y luego el picaporte de una
puerta, la persona que toque el picaporte y lleve sus manos a la
cara puede verse asimismo infectada.
Cuanto más
crece el virus dentro de la persona infectada, más contagioso es
hacia el resto. No obstante, al tener los síntomas las medidas
normales de aislamiento empiezan a surtir efecto (no ir al trabajo,
quedarse en cama, llevar mascarilla, ir a los servicios médicos,
etc.). Cuanto mayores son los síntomas, esa persona se aislará más
socialmente y por tanto ayudará a reducir la extensión del virus.
Una vez la persona es hospitalizada, aunque sea muy
contagiosa, no se tiende a seguir extendiendo el virus por el
aislamiento inherente al ingreso hospitalario.
Medidas de alto impacto como las tomadas en Singapur o Corea del Sur juegan aquí un papel fundamental :
Test masivos de personas permiten identificar a los portadores del virus incluso antes de que se manifiesten los síntomas. Por tanto, pueden ser puestos en cuarentena evitando la propagación del virus.
Si la gente está instruida en detectar los síntomas cuanto antes, se reduce el número de días en azul y por tanto se reduce el riesgo de contagio
Si las personas son aisladas tan pronto como aparecen los síntomas, los contagios de la fase naranja desaparecen.
Si la gente es instruida en guardar ciertas distancias entre personas, llevar mascarillas, lavarse a menudo las manos, desinfectar zonas, etc. tienden a propagar menos el virus durante ese periodo.
Solo cuando este tipo de medidas falla o no es suficiente, necesitamos medidas más contundentes de aislamiento social
La Recompensa del Distanciamiento Social
Si con todas
estas medidas todavía estamos por encima de R=1 (cada persona
contagia a otra), necesitaríamos reducir aún más el número medio de
personas con las que cada persona entra en contacto.
Hay diferentes formas económicas de conseguirlo, como
prohibir eventos de más de un determinado número de asistentes (ej.
50,500), o pidiendo a la gente que trabaje desde casa cuando estén
en disposición de hacerlo.
Otras son mucho más costosas, como cerrar los centros educativos, pedir a todo el mundo que se quede en casa, o cerrar bares y restaurantes.
Esta última gráfica
ha sido inventada porque todavía no existe. Nadie ha realizado
suficiente investigación sobre esto, ni las medidas han sido
implementadas de un modo que podamos compararlas.
Es una lástima, porque esta gráfica sería la más importante de todas
para que los políticos pudiesen tomar las decisiones correctas. Pero
ilustra claramente lo que les está pasando por la cabeza.
Durante el periodo Martillo, las medidas deben conseguir una R tan
baja como sea posible manteniéndose tolerables para la población. En
Hubei consiguieron bajarla hasta 0.32. Puede que nosotros no
necesitemos tanto, quizás solamente hasta 0.5 ó 0.6.
Pero durante la fase de Baile de la R, quieren planear acercarse al
1 tanto como sea posible,mientras se mantiene la R por debajo de 1 a
largo plazo.
Esto quiere decir que, aunque los líderes mundiales no se den
cuenta, lo que están haciendo es:
Listar todas las medidas que pueden tomarse para reducir R.
Obtener una estimación de los beneficios de aplicarlas : reducir la R
Obtener una estimación de su coste social y económico.
Ordenar las iniciativas basándose en su ratio coste-beneficio.
Escoger las medidas que dan una mayor reducción de la R, hasta llegar a 1, con el menor coste posible.
Inicialmente, la confianza de los líderes en estas cifras será baja. Pero ya están pensando en esta dirección, y deberían seguir haciéndolo.
Lo que deberían hacer es formalizar el proceso: entender que esto es un juego de números donde debemos aprender tan rápido como sea posible y dónde estamos en la R de la epidemia, el impacto de cada medida en esta R, y sus costes económicos y sociales.
Únicamente en ese momento serán capaces de tomar una decisión racional sobre cuales son las medidas que deben tomarse.
El coronavirus está extendiéndose casi por todas partes. 152 países tienen casos. Vamos a contrarreloj. Aunque no es necesario estar así: hay una forma muy clara en la que podríamos estar pensando en estos momentos.
Algunos países, especialmente aquellos a los que el coronavirus no ha golpeado todavía, pueden estar preguntándose: ¿Esto también me va a pasar a mi? La respuesta es: Probablemente ya te haya pasado. Solamente que todavía no te has dado cuenta. Cuando de verdad te golpee, tu sistema sanitario estará probablemente en peor situación que en países ricos con sistemas sanitarios fuertes. Es mejor pecar de precavidos, y deberías considerar seriamente hacer algo ahora.
Para los países donde el coronavirus ya está presente, las opciones son claras.
Por un lado, los países pueden elegir el camino de la mitigación: crear una epidemia masiva, sobrecargar el sistema sanitario, llevar a la muerte a millones de ciudadanos, y generar nuevas mutaciones del virus.
Por otro lado, los países pueden combatirlo. Pueden decretar confinamientos durante unas cuantas semanas para ganar tiempo, crear un plan de acción estudiado, y controlar el virus hasta que tengamos una vacuna.
Algunos gobiernos han elegido el plan de mitigación, como Estados Unidos, Reino Unido, Suiza y Países Bajos.
Esto significa que están rindiéndose sin luchar.
Están viendo como otros países han luchado y ganado la batalla, pero se dicen: “Nosotros no podemos hacer eso!”
¿Qué hubiera pasado si Churchill hubiese dicho lo mismo? “Los Nazis ya están por todas partes en Europa. No podemos luchar contra ellos, así que dejémoslo estar”. Esto es lo que muchos gobiernos en el mundo están haciendo hoy.
No te están dando una oportunidad para luchar contra el virus. Has de ser tú quien la pida.
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Desgraciadamente, millones de vidas están todavía en juego. Comparte este artículo — o uno similar a este — si crees que puede contribuir a que la gente cambie de opinión. Los líderes mundiales deben comprender esto para evitar una catástrofe. El momento de actuar es ahora.
(Traducción del artículo realizada por Óscar Bastidas (Binartis Genomics, S.L ., Jaime Lluch Ladrón de Guevara y Rocío Pérez Viñe, correcciones Anne Joly y Francisco Taberna)